domingo, 27 de diciembre de 2015

Quito y La mitad del mundo

Cuando dije que quería ir a conocer la mitad del mundo, en una semana que tenía libre, la gente pensaba que era como la historia de La vuelta al mundo en 80 días. Así, el objetivo de mi viaje fue conocer la línea imaginaria que atraviesa este planeta, osea La mitad del mundo. La cual está en Quito. 

Antes me contacté con algunas personas de allá, todos fueron muy buena onda y me dieron muchos consejos y sitios que visitar. Pero, también, me trataban de convencer de conocer otros sitios, que no sean Quito necesariamente. Yo seguí con mi propósito porque me interesaba conocer la ciudad y lo que esta ofrece.

Fui a fines de octubre y el clima estuvo muy bueno, sin lluvia y con sol la mayor parte de los días.

Llegada: 

Para comenzar hay que explicar que en Ecuador utilizan el dólar como moneda. Antes de ir me dijeron que un taxi del aeropuerto a mi hotel podría costar entre 25 y 30 dólares; antes lo cual dije: NO, prefiero usar el bus. 

Peeero, al salir al mundo real de Quito, osea luego de pasar por migraciones y recoger mi maleta; en el hall del aeropuerto un señor me dijo que hacía taxi y me cobraba 15 dólares. Me pareció raro, a su lado había una chica venezolana que iba en el mismo carro; ahí entendí que era una especie de colectivo. Esperamos una media hora para que el chofer llene el carro y podamos ir. En el taxi recibí más recomendaciones de los quiteños que nos acompañaron, sobre la comida y los lugares que podría visitar. 

El nuevo aeropuerto está súper lejos de la ciudad, así que demoré como una hora para llegar. El taxista, aunque fue colectivo, me dejó en la puerta de mi hotel y esperó a que me abrieran. Eran como las dos de la mañana. 

Si quieres puedes tomar el bus en el aeropuerto pero desde donde te deje tendrás que tomar un taxi hasta tu albergue. Cuesta 8 dólares, una viaje y salen del antiguo aeropuerto. Salen cada hora. 
Web con la info para comprar pasajes. Sí, los buses tienen internet


Museo Guayasamín

Los quiteños me habían recomendado, además de salir de Quito, ir al Museo Guayasamín. Debes usar tu mapa acá pues paré como 3 taxis y ninguno sabía dónde quedaba, queda lejos del centro, si te estás quedando ahí (lo cual es recomendable) debes tomar un taxi o tomar un bus que te deje cerca del canal 8 o Ecuavisa, desde ahí caminas unas 4 cuadras. 

El último taxista me dijo que me llevaría si le indicaba cómo, gracias a Dios siempre tengo mi celular con la aplicación de Here. Así llegamos fácilmente. Debes pensarlo 3 veces antes de ir caminando pues todo es en subida, bueno, en Quito casi todo es en subida. 

El museo es muy interesante, incluso si uno no conoce mucho la obra de Guayasamín. Tiene 2 partes: La catedral del hombre y la casa donde él vivió. Esta última parte es la más interesante, puedes ver su dormitorio, su biblioteca, el taller donde pintaba, su ropa de trabajo y el árbol en donde están enterradas sus cenizas. Los guías están bien informados y te pueden contar muchas anécdotas del pintor. Fue una bonita experiencia. 

Datos: 
Taxi desde el centro: 4.50 dólares (ojo, utilizan taxímetro, no hay forma de negociar el precio)
Entrada al museo: 8 dólares
Duración: 2h, 30 min




Vista de Bellavista (distrito en Quito) y de la Catedral del hombre desde la terraza de Guayasamin

Museo de la Ciudad


Desde el Museo de Guayasamín, aproveche que el camino era en bajada y caminé un poco por ese sitio, que se llama Bellavista, parece una zona tranquila, con grandes edificios y casas, osea una zona pituca. Cuando llegué a la primera avenida me tomé un taxi al Museo de la Ciudad, este está en el centro de la ciudad. 

Es el primer hospital que tuvo Quito, entonces encontrarás zonas que te recordarán las habitaciones de los pacientes. Es un sitio entretenido que te cuenta un poco sobre la historia y las tradiciones de la ciudad. Aunque no hay guiado puedes recorrerlo con facilidad pues es pequeño. Desde su balcón tienes la vista al Panecillo (del hablaremos luego), que es uno de los símbolos de la ciudad. 

Datos:
Entrada: 3 dólares
Duración: 40 min. 


El Panecillo

Luego de mi paso por el último museo fui al Panecillo, el cerro que acompaña a Quito, es como nuestro San Cristóbal pero con una virgen en su cima. 

ATENCIÓN
Fui por mi cuenta, pero luego me enteré que existe un bus turístico o Mirabus, como decimos por acá. Que te pasea por la ciudad e incluye El Panecillo. 

En mi incursión individual por el Panecillo, tomé un taxi desde el pie del cerro hasta la cima, no me recomendaron subir o bajarlo a pie pues el barrio que lo rodea no es seguro, aunque lo parecía cuando pasé en el taxi. 

En fin, cuando llegas a la cima encuentras varios puestos de artesanías y de comidas típicas, como el canelazo. Yo fui de frente al mirador, osea a la virgen hecha de hojalata. La vista es linda, desde ahí puedes ver la mayor parte de Quito, sobre todo el centro. Luego puedes pasear por los alrededores,donde hay parques, kioskos y, a veces, shows de bailes. 

La virgen en la cima de El Panecillo

Luego un amigo quiteño me llevó en su carro por la noche al mismo cerro, seguía habiendo mucha gente pero la vista era mucho más linda, al menos a mí me gustó más. Podías ver las luces de la ciudad. Por la noche aún hay mucha gente ahí, comiendo o bebiendo o solo paseando; eso sí, hay que ir abrigados. 

Es una experiencia bonita, si se puede, hazla.

Quito de noche desde El Panecillo

Bajar del cerro no fue complicado, no sabía pero un micro te lleva y te trae, es decir, es parte de su ruta. Me subí al primero que pude, el bus se llama Mitad del mundo (qué originales), cuesta 25 centavos y, lo que no supe sino hasta que mis amigos quiteños me contaron, fue que me dejó en un sitio peligroso, como La Parada de Lima. Pero, bueno, si puedes sobrevivir a La Parada de Lima, la de Quito es chancay de a 20. Así que, menos mal, no me pasó nada y pude llegar a mi hostel tranquila. 

Datos:
Taxi desde el pie del cerro hasta la cima: 1.50 dólares
Entrada al mirado: 1 dólar
Micro para bajar: 25 centavos
Duración: la que quieras


Ahora sí: La mitad del mundo

La mitad del mundo es el Machu Picchu de Ecuador, mucha gente viene de todos lados del mundo para cruzar esta línea imaginaria y estar en dos hemisferios al mismo tiempo. Yo fui por el mismo motivo, jiji,

Llegar es fácil, yo alucinaba que estaba en algún sitio recóndito de la ciudad, a donde tendría que llegar luego de varias horas; pero no. La gente me daba diferentes versiones de cómo llegar, tomé la que tuvo más votaciones (osea en la que la 3 de 5 personas coincidieron).

Desde mi hotel tomé un taxi a la Calle (o avenida) 18 de setiembre con América. Ahí hay paraderos de micros, no de buses interprovinciales, sino de micros, como los del corredor azul. Estos te dejarán justo en la plaza de la mitad del mundo.

El viaje dura 40 minutos, yo salí como a las 10 de la mañana y no había tráfico, fue un viaje bastante tranquilo.

La primera impresión de este complejo turístico fue que era una feria, pero más organizada. El costo incluye la visita al planetario y  poder subirte al museo-mirador, en el museo hay varios experimentos, que guías muy atentas te ayudarán a probar; los experimentos son interesantes y siempre relacionados con el magnetismo de la mitad del mundo o con acabar los mitos que se tienen sobre lo que pasa en esta zona. La verdad, desde el mirador la vista no es gran cosa, solo puedes ver la línea y los alrededores y ya. Creo que lo más ambicioso por hacer en este sitio es tomarte la foto con los pies en ambos hemisferios, como lo hice muchas veces.


Mis pies en el hemisferio sur y norte


En este complejo hay otras cosas para ver, como una galería dedicada a Guayasamín, otra a fotos de volcanes, otra con la ciudad en miniatura. También hay muchas tiendas que venden polos o artesanías y restaurantes. Los precios son un poco más elevados en relación con la ciudad.

Salchipapa estilo ecuatoriano


A la espalda de este complejo hay un museo de sitio llamado Inti Ñam, en el tripadvisor ya había visto que era más una estafa, los experimentos que se hacen pueden hacerse en cualquier lado del planeta o son trucados. Fui solo por curiosidad pero no entré, había mucha gente, sobre todo gringos. Pero el sitio se ve más como un campamento hippie que como un museo, la entrada es una trocha de tierra, construido con palos y paja. La entrada cuesta 4 dólares y todos los inventos que ellos hacen hay son desmitificados en el museo original. 

Datos
Bus: 40 centavos
Entrada: 7.50 dólares (es la entrada completa, puedes conseguir otras más baratas, dependiendo de lo que quieras ver)
Salchipapa más coca cola pequeña: 2.50 dólares.



Pululahua

Desde Lima había investigado un poco sobre este sitio. Es una ciudad dentro del cráter de un volcán activo, la gente se dedica a la agricultura y pasa la mayor parte del tiempo ahí pues es difícil entrar o salir.

En el complejo de La mitad del mundo hay un tour que te lleva y te trae. Sale cada hora y vas en una van con un guía, todo el recorrido dura una hora. Es interesante y también preocupante saber que esta gente vive ahí, en un volcán que en cualquier momento puede hacer erupción. Se pueden hacer caminatas hacía abajo. Desde arriba, donde me quedé, no se ve mucha acción; es más, mientras el guía explicaba subió un turista japonés y nos contó que no hay nada; fue gracioso porque el guía decía lo contrario. Sé que abajo hay un albergue en donde te puedes desconectar del mundo pues no hay señal de celular, ni internet.

Aunque el japonés nos contó eso, el sitio es lindo, las montañas hacen sombra sobre el pequeño pueblo y, casi al final de la tarde, puedes ver cómo las nubes tapan las casas.
Turistas viendo el Pululahua


Datos:
Tour con guiado: 4 dólares
Duración: 1 hora



"Mirabus"

Si desde el inicio hubiera sabido la existencia de este bus, lo habría tomado y ahorrado algo pero bueno. Lo tomé un domingo, los domingos la ciudad es otra, la cierra para que circulen en bicicleta y, así, los paraderos de este bus cambian. Así que hay que informarse dónde pasarán sí o sí. 

Lo tomé en la plaza de la Iglesia de San Francisco. Su sistema es diferente al de acá. Van por diferentes puntos de la ciudad y, si quieres, puedes bajar, visitarlos con mayor detenimiento y subir en el siguiente bus. Te dan un papel con los horarios en los que pasará por cada sitio, así puedes aprovechar y visitar los museos cercanos o entrar a los sitios por los que pasa. 

El precio del bus no incluye ninguna entrada, solo el paseo que dura 3 horas, si no bajas. Es entretenido y puedes darte las vueltas que quieras, hasta que el horario te lo permita. 

Esta es su web: http://quitotourbus.com/

Datos: 
Precio: 15 dólares por persona
Duración: 3 horas sin bajar del bus

Centro histórico

Quito se parece a cualquier ciudad serrana del Perú, de hecho está a 2800 msnm. Así, su centro histórico me hizo recordar mucho a Arequipa, tiene una Plaza de armas bien ocupada, cosa que no pasa en la de Lima, esto me sorprendió, hay muchos shows, desde cómicos hasta de baile; muchos ambulantes, restaurante, niños jugando fútbol en el portal de la catedral, tiendas en la parte baja del palacio de gobierno; bien diferente y vivaz, aunque un poco ruidosa. 

En el centro hay muchas iglesias lindas que visitar, recomiendo la Iglesia de la Compañía, el museo de San Francisco y es un deber entrar, aunque sea un ratito a todas las iglesias que encuentres por el camino, hay muchas muestras del barroco andino y del sincretismo que tuvimos/tenemos por estas tierras. Es muy interesante ver las similitudes que tienen con nuestro país, después de todo pertenecimos a un mismo imperio y un mismo reino. 

Siguiendo con esta ruta, es necesario caminar por las callecitas de Quito y perderse en ellas, tomar el tranvía, tomar sus sopas y conocer a la gente, conversar con el taxista, con el amigo, con el portero del hostel, la gente de Quito se parece bastante a la peruana, es fácil conversar con ellos y son amigables cuando notan que estás un poco perdida. 

En el centro hay dos sitios que merecen menciones especiales. 

Palacio de Gobierno en la Plaza de Armas

Calle de la Ronda

Yo no me alejé mucho del centro de Quito, solo para tomar café con los amigos o para comer algo diferente, me contaron que existe un lugar de juergas, Guápulo, pero como no me interesan esas cosas, nunca fui, el Quitobus pasa por ahí. 

Sin embargo, en el centro está la Calle de La Ronda, una callecita estrecha y larga en donde encuentras bares, cafés, restaurantes y un poco de fiesta. Es un sitio muy vivaz y lleno de movimiento, me hizo recordar mucho a Barranco. 

Ahí debes tomarte el tradicional canelazo, que es una bebida caliente con aguardiente y canela, es dulce y rica, así que supongo que es peligrosa si tomas más de dos. Cautelosamente, solo tomé una con una rica crema, ellos lo llaman locro, de papa.

La calle de la ronda es peatonal

La basílica

Desde cualquier punto de la ciudad podrás ver la aguja de una cúpula, es una edificación rara en una ciudad andina. Unos dicen que es ecléctica, otros que es única, yo pienso que es kitsch. 

Es una iglesia gótica, alta y oscura; sus gárgolas son animales típicos de la región como caimanes, tortugas galápagos, pelícano. Es rarísima y parece una obra inacabada. 

Tienes dos opciones para entrar, puedes pagar un ticket para ver la iglesia u otro para subir a la cúpula. Recomiendo el segundo pues al subir verás la iglesia desde uno de los balcones. Otra recomendación, sube en el ascensor y baja caminando, pues después de esta subidita las piernas me dolieron hasta mi regreso a Lima. 

Creo que los músculos de mis piernas se pusieron más tensos al subir las estrechas e inseguras escaleras que te llevan al punto más alto de la iglesia y es altísimo. Mi cara nerviosa en mis fotos da testimonio de esto; no soy enemiga de las alturas pero esta subida te puede paralizar. Una vez arriba fue lindo ver toda la ciudad, la cual ya había recorrido muchas veces; creo que es uno de los mejores puntos para ver Quito y detenerte a observala; es un sitio lindo y una experiencia religiosa, literalmente. Si le tienes pánico a las alturas, nunca jamás subas. 
La Basílica luce tenebrosa de noche


En el punto más alto

Datos: 
Entrada hasta la cúpula: 2 dólares
Duración: entre 1 y 2 horas
No hay guías


Saliendo del centro

Teleférico

Estaba esperando un buen día para ir al teleférico y poder ver la ciudad sin nubes, ni amenazas de lluvia. Me desperté muy temprano y salí para allá, pero fue en vano, no son puntuales, al cartelito decía 9 y abrieron a las 9.30. No va mucha gente, así que no es preciso ir tempranísimo para la cola. 

La primera impresión fue que era una cosa improvisada, no abrían y nadie daba información. Nos dejaron fuera, en pleno sol quiteño, cuando pudieron dejarnos entrar a la gran sala de espera. Pero, las molestias valieron la pena. 

La vista de la ciudad es espectacular, pero más que eso, el paisaje de volcanes, cerros, altitud, es lo mejor del paseo; no por nada es el más alto de Sudamérica. Aunque, por salir apurada, no fui lo suficientemente preparada: debes llevar agua, algo de comer y estar con la suficiente energía para caminar, subir cuestas y bajarlas. Yo caminé mucho pero no me atreví a subir más pues no estaba preparada, pero con sentarte en una de las rocas y ver la cadena montañosa, todo está pagado. 

Esta fue mi última actividad en Quito y no pudo haber sido mejor. 



Datos: 
Taxi del centro al teleférico: 3.50 dólares
Entrada: 8.50 dólares
Duración de la subida: 20 minutos
Altitud: 4050 msnm. 
Horario: 8 am a 8 pm


Comida

Encontrarás comida muy similar a la de la sierra peruana: sopas, locros, cremas, carne de cerdo; pero, nunca jamás, comas un ceviche, es muy diferente al peruano y muchos lo sirven con ketchup y pop corn, es más una sopa. Gracias a un amigo quiteño, pude descubrir una rica comida basada en plátanos, carne y mariscos. Por otro lado, creo que es un error comer pescados o mariscos en una ciudad de la sierra. 


"Ceviche" ecuatoriano

Mi hospedaje

Me quedé en un hotel en el centro, cerca de la basílica, una plaza súper tranquila, el hostel se llama San Blas aunque la gente no fue muy amable, el sitio es seguro y hay cuartos personales con baño propio. Desde ahí puedes caminar a la plaza de armas u otros sitios atractivos del centro. 

Me costó unos 90 soles la noche y por 2 dólares más me incluyeron el desayuno. 

Plaza San Blas, en donde estaba mi hostel

Compras

Las artesanías que venden en Quito son igualitas a las que venden en Perú o Bolivia, solo me traje una muñeca típica, aunque creo que un buen regalo puede ser un sombrero de panamá, el más barato puede costar 80 dólares, me han dicho que puede llegar hasta mil coquitos. 


Lo que no se olvida de Quito

La gente tan amable y siempre dispuesta a ayudar a una desamparada peruana sola en el mundo, el vientecito frío de sus alturas, el ser consciente que pueden haber otras formas de hacer ceviche que no son como la de nosotros; las reflexiones sobre la vida, el tiempo y las distancias que tienes cuando estás cerca de un volcán; la sensación de estar en tu país estando lejos,  las ganas de volver algún día y que nada cambie. 


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